Pequeños horrores del Tercer Mundo

Cuando escuchó la sentencia que le impuso la justicia, Romina Tejerina rompió en llanto. Esta joven jujeña de 21 años mató a puñaladas a su beba recién nacida, producto de una violación. Los tres jueces de la Sala II del fuero penal de un Tribunal de Jujuy (Argentina), en fallo unánime, la hallaron culpable del delito de "homicidio agravado por el vínculo" y la condenaron a 14 años de prisión.

El 21 de febrero de 2002, sin ayuda, había dado a luz a una niña de seis meses y medio de gestación, en el baño de la casa en que vivía con sus dos hermanas mayores, en San Pedro (Jujuy). Fueron ellas quienes la hallaron allí, junto a la beba herida, y las trasladaron al hospital. La nena murió cuatro días después.

La joven indicó al tribunal que ocultó el embarazo y la violación por "miedo y verguenza". La asistente social que participó del juicio indicó que la historia familiar de Romina estaba envuelta por la violencia verbal y física; agregó que vivía en un hogar rígido, controlador y violento, de muy bajo nivel sociocultural y económico.

Nunca se le permitió a Romina hacer un estudio de ADN del feto para determinar quién era el padre y, de ese modo, corroborar la denuncia de violación hecha por ella. El presunto violador, hasta el día de hoy, sigue libre.

dp